viernes, 22 de marzo de 2013

Es tiempo de amapolas azules

Foto regalo de F.Izquierdo Cuéllar
Quizás vendrán nuevos versos y nuevos proyectos, pero estoy segura de que siempre se reflejará en ellos la magia primeriza de la amapola azul que ilustra la portada del libro. Estamos acostumbrados a verlas rojas en nuestros campos,  pero nos sorprendemos y hasta nos choca verlas en otros colores, y aún más cuando sabemos que la amapola azul existe, aunque en tierras lejanas y con una curiosa historia detrás:  
La amapola azul resiste el aire húmedo y frío en las pendientes del Himalaya, completamente sola. Las poblaciones indígenas de estas zonas, y también del Tibet, atribuyen a la amapola azul poderes mágicos, porque allí donde florece una amapola azul ha posado sus ojos el “dios de la vida”.  
 Puede que mi poesía más íntima haya crecido allí en los  terrenos agrestes, escarpados, entre los colores imposibles de la Cuenca Minera y  resistiendo a unas temperaturas extremas en el devenir diario, pero ahora es tiempo de amapolas azules, se han posado entre mis dedos en forma de versos y me han dado vida con este libro que hoy pongo en vuestras manos. 

(Discurso de la Presentación de Mirada Azul en Diputación de Huelva, 13 de marzo 2013)

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